La voluntad de Dios para tu testimonio
Dios nos ha salvado por su gracia, y nos ha hecho sus testigos en el mundo.
Él quiere que demos a conocer su amor, su verdad, y su poder a todas las personas.
Y quiere que seamos sal y luz, que mostremos con nuestra vida y con nuestras palabras lo que él ha hecho en nosotros.
En este artículo, vamos a ver tres maneras de cumplir la voluntad de Dios para tu testimonio.
1. Qué significa la voluntad de Dios para tu testimonio: Conocer su VOLUNTAD DECRETIVA
Dios tiene un plan para la historia, que culmina en la venida de su reino y la manifestación de su gloria.
Ese plan incluye la redención de su pueblo, la evangelización de las naciones, y la restauración de la creación.
Conocer la voluntad decretiva de Dios nos ayuda a tener una visión global.
También a entender el propósito de nuestra existencia, y a participar en la misión de Dios.
Y al conocer la voluntad decretiva de Dios, podemos ser testigos de su soberanía, de su fidelidad, y de su esperanza.
2. Qué significa la voluntad de Dios para tu testimonio: Seguir su VOLUNTAD PRECEPTIVA
Dios nos dio un mandato: ir y hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos y enseñándoles a guardar todo lo que él nos ha mandó.
Ese mandato implica la proclamación del evangelio, el discipulado de los creyentes, y la edificación de la iglesia.
Entonces, seguir la voluntad preceptiva de Dios nos ayuda primero a tener una pasión por las almas.
Luego a compartir el mensaje de salvación, y finalmente a servir al cuerpo de Cristo.
Y al seguir la voluntad preceptiva de Dios, somos testigos de su gracia, de su verdad, y de su amor.
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3. Qué significa la voluntad de Dios para tu testimonio: Reflejar su VOLUNTAD DE BENEPLÁCITO
Dios nos ha dado su ejemplo, que es el modelo de Jesucristo, el testigo fiel y verdadero.
Ese ejemplo nos muestra cómo vivir en el mundo.
Y también cómo relacionarnos con Dios y con los demás, y cómo enfrentar las tentaciones y las pruebas.
Por lo que, reflejar la voluntad de beneplácito de Dios nos ayuda a tener una conducta intachable.
Y a mostrar el fruto del Espíritu, y a sufrir por causa de la justicia.
Al reflejar la voluntad de beneplácito de Dios somos testigos de su santidad, de su poder, y de su gloria.
CONCLUSIÓN
Estas tres maneras nos muestran que el testimonio no es solo una actividad.
Es también una actitud, una identidad, y una responsabilidad.
Si queremos cumplir la voluntad de Dios para nuestro testimonio, debemos
– conocer su plan,
– seguir su mandato,
– y reflejar su ejemplo.
Así podremos decir como Pedro:
“Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9).